Después de leer miles de artículos, ver miles de vídeos de Youtube y leer un par de libros (entre ellos: La Magia del Orden, The life-changing magic of tidying up, de Marie Kondo, el cual recomiendo mucho si acabas de interesarte por el tema y no sabes por dónde empezar) llegué a un punto el mes pasado en que me quedé estancada (tras varios meses de ir deshaciéndome de cosas poco a poco).
Tocador, antes |
No es tan fácil porque si estas acostumbrado a vivir entre la abundancia de trastos en tu día a día, cuando te deshaces de todo lo evidente (lo que no usas y estorba) siguen habiendo cosas que pasan desapercibidas y se quedan donde están porque no notas ni su presencia.
Así me vi yo; sentí que no había alcanzado esa epifania, pensar: ya está! lo he logrado! Tengo solo lo único que necesito y que me hace feliz para vivir!
Dicen que cuando realmente te has deshecho de todo lo innecesario sientes una especie de paz interior, de sensación de logro, y realmente yo no había alcanzado ese punto. Me di cuenta de que no lo había alcanzado porque miré con detenimiento cada espacio de mi casa y me di cuenta de que había seguido aferrándome a cosas (sin saber bien por qué) y éstas seguian interponiendose entre mi "epifanía" y yo.
Tras volver a la carga y deshacerme de lo ahora evidente (que sin duda el problema principal era mi armario), conseguí sentir que me iba acercándome más y más al climax, pero aún me faltaba trabajo por hacer y sin duda necesitaba una guía.
Chafardeando por la red fui a parar a un blog (breakthetwitch) dónde Anthony describía, día a día, de lo que se había ido deshaciendo a través de un juego durante todo un mes (que comenté en un post anterior), se trataba del #Minsgame.
Y tras 30 días deshaciéndome de cosas, siguiendo religiosamente las reglas ( día 1: 1 cosa, día 2: 2 cosas... día 18: 18 cosas, etc) puedo decir que sin duda es una herramienta muy útil para seguir cuando te quedas estancado.
CONCLUSIONES
Tocador, despues |
En este punto es cuando realmente empiezas a mirar las cosas seriamente y a preguntarte: quiero seguir cargando con esto? Me merece la pena tenerlo ahí y limpiarle semana tras semana el polvo? Sería alguien más feliz si se lo diese? Qué valor y utilidad real tiene para mi?
Y parece una tonteria, perder tanto tiempo en dedicarte a ir objeto por objeto en casa varolándolo pero, y la felicidad que me aporta ahora a mi limpiar el polvo de todo el salón en 5 minutos? eso si que no tiene precio, ganar más tiempo para mi y no dedicar tanto a las obligaciones y tareas del hogar.
Preguntaros esto la próxima vez que miréis con duda algún objeto/trasto/ornamento que tengáis por casa:
Me hace tan feliz tenerlo que no me importa perder parte de mi tiempo en mantenerlo/limpiarlo/recargarlo semana tras semana?
Sin duda os cambiará la visión de las cosas, conmigo hizo mella!
"Never organize what you can discard"
Joshua Becker, Becoming Minimalist
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